Archivos Mensuales: junio 2012

Reconciliándome con Honduras

He de reconocer que los últimos acontecimientos de este país me han mantenido con los ánimos por los suelos. Hay tantos motivos por los que desanimarse que a veces es difícil sacar fuerzas y ver los aspectos positivos de Honduras. Pensaba en escribir una entrada para este blog y todo lo que se me ocurría eran temas negativos. Toda una injusticia, porque cosas buenas hay, y muchas, sin embargo las noticias positivas yacen eclipsadas por las malas.

Hablando con una compañera española  llegamos a la conclusión de que todo cooperante en algún momento de su estancia en el extranjero se pregunta «¿qué coño hago aquí?». A veces uno se siente solo o se ve angustiado por vivencias que en España no tendrían lugar. En esos casos, el hecho de haberlo dejado todo para ponerse en situaciones tan incómodas simplemente carece de sentido.

Mi autoterapia cuando esta sensación me invade es dejar de leer los periódicos y viajar un poco. Dos medidas sencillas y suficientes que me ayudan a reconciliarme con el país.

Agarrar un autobús e irme a cualquier pueblito cerca de Tegucigalpa, disfrutar del paisaje verde como ningún otro gracias a que la época de lluvias ya ha dado comienzo, tumbarme en una hamaca y respirar la suave brisa pura, mirar el rostro de algún anciano entrañable o los ojos de algún niño que tiene agujeros negros en lugar de pupilas.

Ser consciente de lo que cuesta todo en este país: desde desplazarse por las carreteras llenas de baches y curvas,  hasta ganarse la vida humildemente; desde no agotarse bajo el sol que azota fuerte, hasta decir «no» a ciertas cosas.

Mirar a mi alrededor y darme cuenta de que Honduras es bello como él solo sabe y de que  sus gentes son auténticos héroes y heroínas que luchan cada día por vivir dignamente.

¿Hacemos las paces?